Profe, cuídate.



En general, los profes no somos expertos en cuidarnos, en dedicarnos tiempo a nosotros mismos. Es así, no sé por qué, pero es como si lleváramos escrito en nuestro ADN el cuidar de todos y olvidarnos de nosotros mismos. Admítelo, tú tampoco eres buena en eso. Lo eres en muchas otras cosas, estoy 100 % segura, pero en dedicarte un tiempo para ti, no. No te preocupes, no estás sola, viene de fábrica.

No sé en qué momento aceptamos la idea de que estar ocupadísima, hacer mil cosas a la vez, era lo normal. Si no estás lo suficientemente ocupada y estresada... ¿eres una buena profe? Por favor, no respondas, es una pregunta retórica y sarcástica y miedo me da de que realmente te lo pienses.

Es más que sabido que la enseñanza es una de las profesiones que más estrés producen, y desafortunadamente los hábitos en los que nos movemos no ayudan a manejar ese estrés, sino que más bien contribuyen a él; dormimos poco, comemos fatal y en poco tiempo, usamos el baño cuando podemos no cuando queremos, nos llevamos trabajo a casa y no podemos sacarnos de la mente a ese estudiante por el motivo que sea... Pensamos, y hasta llegamos a creer, que ser buena profe y cuidarnos un poquito, sacar un tiempo para nosotras, no son compatibles.

Pero profe, es tan importante que te cuides… ¡no sabes cuánto! ¿Cómo vas a dar lo mejor de ti en el salón si tú no estás bien? Tus estudiantes son esponjas, desde los más chiquititos hasta los de grado 12. Ellos aprenden de ti, no solo conceptos gramaticales, vocabulario, datos, fechas, fórmulas… Ellos te observan y dan tus comportamientos como válidos. Y digo yo, si queremos tanto a nuestros estudiantes (porque eso es así, se les quiere como si fueran parte de ti), ¿acaso no queremos que obtengan las herramientas necesarias para cuidarse y poder dar lo mejor de sí a la sociedad? ¿Y no es el ejemplo el mejor maestro? Cuídate, profe, ellos lo necesitan. Ellos te necesitan alegre, relajada, tranquila, motivada, paciente.

Me gustaría compartir contigo algunas maneras de ejercer la autoayuda, el selfcare que está tan de moda. Y no voy a hablarte del selfcare que estamos acostumbrados a ver en Instagram que se limita a una mani-pedi... No voy a hablarte en el selfcare que te hace ir de compras y gastar. Tampoco quiero que pienses que estoy totalmente en contra de eso, ni mucho menos, es solo que para mí, selfcare va más allá de una manicura o pedicura. Mi selfcare o autoayuda ideal  es el que te cuida y mima tu esencia.

10 maneras de autoayuda o selfcare para superhéroes:


1- Cuida tu alimentación. Algo tan simple como cuidar lo que comemos es la forma más fácil y a la vez más difícil de autoayuda o selfcare. En serio, todos sabemos lo que nos conviene comer y lo que no nos conviene. ¿Por qué nos maltratamos comiendo algo que nos va a proporcionar un momentito de placer solamente? Después de ese momento viene el malestar, los arrepentimientos y los efectos a largo plazo. Date un gusto de vez en cuando, sí, pero intenta comer sano, porque tu cuerpo lo necesita.

2- Tómate el día libre. Los días personales y de enfermedad los tenemos por y para algo. ¿Por qué cuesta tanto tomarse el día libre? Y más aún, ¿por qué vamos a trabajar enfermas si podemos tomarnos el día libre? Piensa en lo mucho que te molesta cuando sabes que uno de tus estudiantes están enfermos y están en clase, rociando los pupitres con sus gérmenes… Recuerda que la salud mental es importantísima también, así que a lo mejor es necesario tomarse un día para desconectar. Cuando vuelvas al cole, todo va a estar bien, te lo prometo. Y si no lo está, ya lo estará.

3- Conecta con la naturaleza. Quizás eso suponga que tengas que desplazarte con el coche, pero te aseguro que vale la pena. Playa o montaña, qué más da. Camina con tus pensamientos mientras escuchas música, o deja que el sonido de tu respiración sea el que marque el ritmo.

4- Queda con tus amigos para tomarte un café o una cerveza. Las risas en WhatsApp están bien, pero no me digas que no sienta bien una carcajada en vivo con esa amiga a la que hace más tiempo de la cuenta que no ves.


5- Haz ejercicio. Sal a caminar, levanta pesas, toma una clase en el gimnasio, baila como loca en la clase de zumba… ¡muévete!


6- Sé tú misma. Tú eres la mejor profe para tus chicos. Ellos te van a querer a ti, con tus virtudes y tus defectos. A nadie le gustan las copias, así que no intentes hacer algo solo porque lo has visto en Instagram o en cualquier otra red social. La presión de hacer lo que otros hacen puede ser muy fuerte, y en lugar de ayudarte te hace mal; te empiezas a comparar con otros profes y eso no es saludable. Además recuerda que en Instagram vemos solo lo que quieren que veamos; todo es bonito y de color rosa; incluso el hashtag #highlightreal que se ha puesto de moda te puede resultar irrisorio o insultante al compararlo con el día desastroso que estás teniendo. Respira, mañana será otro día.


7- Conecta contigo misma. ¿Cuánto tiempo hace que no haces esas manualidades que tanto te gustan? ¿Pintas? ¿Te gusta tejer? ¿Y esa clase que siempre has querido tomar y por mil razones no lo has hecho? Sé un poquito egoísta y haz algo que te encante, que te haga sentir bien, que te haga conectar contigo misma. Recuerda, tú eres increíble, no te pierdas de vista.

8-  Protégete. Aléjate de personas tóxicas en tu vida que no te aportan nada positivo. En las escuelas, como en cualquier otro trabajo, hay todo tipo de personas. Intenta no pasar mucho tiempo con esos profes que critican todo, que se quejan de todo y de todos. Por el contrario, busca la compañía de profes que te iluminen el día, que te hagan reír, que te inspiren a mejorar. Yo tengo la gran suerte de que en mi departamento tengo a compañeras que son grandes amigas.

9- Cuida tus relaciones con tus seres queridos. Cuando pasas por un mal momento con alguien que te importa, te afecta. Te afecta no solo emocionalmente, sino también físicamente, aunque no lo notes. Pasa tiempo de calidad con tu pareja, tus hijos, tus padres, tus hermanos, tus amigos... Pide perdón si te equivocaste, y si el error no fue tuyo, quizás la otra persona no tenga las herramientas necesarias para acercarse a ti; pónselo fácil, da el primer paso. Dedícale tiempo a las personas que te importan, porque no hay nada más doloroso que no poder dedicárselo cuando ya no están.

10- Escucha a tu cuerpo. Tu cuerpo es una máquina tan perfecta que te manda señales constantemente para decirte lo que necesita, el problema es que no sabemos escuchar. Escúchalo y haz lo que te pida en ese momento. Al fin y al cabo se trata de que tú estés bien y seas feliz, así que si lo que te hace feliz es una manicura, ¿quién soy yo para decirte que deberías ir a caminar a la montaña?

Dime profe, ¿qué haces tú para cuidarte? Lo creas o no, para mí conectar contigo me hace mejor persona, así que gracias por estar ahí.

Rosa Casado
Educando Entre Mundos





Comments

Popular posts from this blog

Villancicos para profes

Una rosa y un libro; celebrando Sant Jordi en las escuelas americanas

Confesiones de una profe de instituto